Rusia ataca Ucrania: Las tropas rusas han cruzado también el punto fronterizo de Vilcha, entre Bielorrusia y Ucrania, a unos 150 kilómetros de Kiev
2 min readKiev, Ucrania. 25 febrero 2022
Rusia lanzó el jueves un amplio ataque contra Ucrania y golpeando ciudades y bases con bombardeos aéreos o artillería, mientras los civiles huían en trenes y autos. El gobierno de Ucrania dijo que tanques y tropas rusas cruzaron la frontera en una “guerra de gran escala” que podría reescribir el orden geopolítico y cuyas consecuencias se hacían notar en todo el mundo. Al iniciar la mayor agresión de Moscú a gran escala desde la invasión soviética de Afganistán en 1979, el presidente ruso Vladimir Putin anunció una gran operación militar en un discurso en el que restó importancia a las sanciones y condenas internacionales e hizo una sombría alusión al arsenal nuclear de su país al amenazar con “consecuencias que nunca han visto” a cualquier país extranjero que intentara interferir. Se escuchaban sirenas y grandes explosiones en la capital ucraniana y otras ciudades, mientras la gente llenaba las estaciones de tren y las carreteras. El gobierno de la antigua república soviética informó de una anticipada invasión desde el este, el norte y el sur y reportó más de 40 muertos y decenas de heridos. A las pocas horas de la primera noticia del ataque, Ucrania dijo que estaba luchando contra las tropas rusas a pocos kilómetros de la capital por el control de un aeropuerto estratégico.
El jefe de la OTAN dijo que el “brutal acto de guerra” había roto la paz en el continente europeo, mientras la alianza liderada por Estados Unidos movilizaba más tropas hacia el este de Europa. El conflicto ya estaba sacudiendo los mercados financieros mundiales: las acciones se desplomaron y los precios del petróleo se dispararon en medio de preocupaciones de que las facturas de calefacción y los precios de los alimentos se dispararían. La condena llovió no solo desde Estados Unidos y Europa, sino de Corea del Sur, Australia y más allá, y muchos gobiernos alistaban nuevas sanciones. Incluso líderes amistosos como el húngaro Viktor Orban buscaron distanciarse de Putin.